Tafisa fue una de las grandes industrias españolas, pero el grupo portugués Sonae la ha ido vaciando. Tafisa es, en pocas palabras, la historia de una tomadura de pelo a los accionistas minoritarios a cargo del Sonae, presidido por el inefable Belmiro de Azevedo, considerado como una de las grandes fortunas europeas. En seis años, Tafisa ha perdido 900 millones de euros.

Y la historia no ha terminado. Así, Tafisa, empresa cotizada en la Bolsa de Madrid, anunciaba a través de la CNMV que en 2004 había obtenido 5,7 millones de euros de beneficio neto. La verdad es que ha perdido 25,3 millones de euros, al menos según el auditor. La diferencia, esos más de 30 millones, estriban en un crédito fiscal contabilizado por Tafisa y con el cual el mismo auditor tiene muchas dudas, entre otras cosas porque no sabe dónde se va a aplicar en una empresa con pérdidas continuadas.

Lo más llamativo de todo esto es el silencio de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) que presiden d. Manuel Conthe. Al parecer, Conthe no tiene nada que decir y Tafisa continúa cotizando sin problema alguno. Si los inversores quieren aprender que se lean los balances.

Esto convierte al regulador del mercado en un codificador de información, tarea que realiza, aproximadamente bien. Pero suponemos que no es esa su función.