• El BBVA ha paralizado la encuesta con la que decidiría si mantiene la marca Catalunya Caixa.
  • No sólo se trata de la semi-consulta sino de la asunción por la Audiencia de la demanda de la CUP y de que se han encontrado en Catalunya Banc más de lo que esperaban.
  • Mientras, Ana Botín ordena que se paralice la expansión en Cataluña y rompe el preacuerdo firmado con Adolf Todó.

Los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander, han ralentizado su inversión en Cataluña a la espera de que se aclare el enrarecido panorama político que ha provocado el intento independentista de Artur Mas.

En el caso del BBVA, el asunto es más relevante, por cuanto compró Catalunya Caixa por 1.187 millones de euros. Por de pronto, Francisco González ha dado orden de paralizar la encuesta encargada a una empresa especializada sobre una cuestión nuclear: si debían mantener la marca Catalunya Caixa o cambiar el cartel por el de BBVA.

No sólo eso, directivos del grupo vasco -o al menos con sede en Bilbao- aseguran a Hispanidad que se han encontrado con una manzana mucho más podrida de lo que pensaban. Por si fuera poco, los independentistas de la CUP -de ideología ultraizquierdista- han presentado una demanda judicial, ya admitida, para revocar el proceso de venta. Y ya se sabe que entrar en los tribunales es como disparar una bala: ya no puedes detenerla y nunca sabes quién la va a recibir.

Conclusión: se ralentiza la integración de CX y FG ni tan siquiera ha dejado claro quién será el equipo encargado de avanzar en dicha integración.

En el caso del Santander, el propio consejero delegado, Javier Marín, reconoce que Cataluña es el lugar de España donde el Santander está menos presente. De hecho, siempre ha sido la asignatura pendiente del primer banco español. Sólo que Ana Botín considera que la situación política reinante en aquella Comunidad autónoma no es la más propicia para expandir un banco como el Santander, considerado por los nacionalistas el arquetipo de la banca española.

De hecho, Marín dijo la verdad cuando aseguraba que Todó, antiguo director general de Catalunya Caixa, "ni trabaja ni trabajará" para el Santander. Lo que no dijo es que sí había trabajado, con la firma de un precontrato, que luego no se ratificó, tras la imputación de Todó, como asesor de la red Santander en Cataluña. Tanto es así que Todó ya había establecido contactos con empresas catalanas para que trabajaran con el banco cántabro. Ejemplo: Tous.

En cualquier caso, como ocurre con otras empresas, los dos grandes bancos españoles han decidido esperar para ver cómo acaba, si es que acaba, el 'problema catalán'. En el entretanto, esperar y ver.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com