Nafría sustituye a Julio López y América se parte entre García Meyer-Dohner (USA), Jaime Guardiola (México) y Asiaín (sur). El Consejo de Dirección pasa de 12 a 18 mimebros y se crea un peine de 29 unidades de negocio. FG Utilizará determinados consejos de participadas, especialmente Telefónica e Iberdrola, para contentar a los ejecutivos BBV descontentos con FG

Al final, el Consejo de Administración del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) ha aprobado el parto de los montes, o mejor, la montaña que parió un ratón. Tantos meses de pugna entre el presidente Francisco González y el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, se han saldado con una reforma menos profunda de lo esperada y que fuentes del banco afirman será provisional, a la espera de la absorción de la italiana BNL, aproximadamente un 20% del BBVA). Con el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio dimitido y la OPA de Unipol en el aire, el BBVA se vislumbra como la tabla de salvación de la BNL. Y eso supondrá cambios en el equipo directivo, seguro. Por ejemplo, Manuel González Cid, un argentaria, ha llevado la representación de BBVA ante las autoridades y accionistas italianos.

Pero vamos con la remodelación. Sorprendentemente, el consejero delegado, Goiri, ha impuesto a sus hombres en casi todas las áreas. Lo más importante: ha convencido a su amigo Vitalino Nafría para que permanezca en activo, y le ha ofrecido banca comercial, la que llevaba el fallecido Julio López. Con ello, se rompe otro tabú de la gestión FG. La prejubilación forzosa a los 52 años, dado que Vitalino acaba de cumplir 55. José María Abril, responsable de banca al por mayor, se queda donde está. América es la parte donde más cambios se establecen. El primero, en la cumbre. Así, si Vitalino llevaba antes todo el negocio internacional, ahora este se trocea. Sólo el continente americano ya se parte en tres. Estados Unidos queda en manos de José María García Meyer-Dhoner, para Jaime Guardiola México; el sur, para Ignacio Sánchez Asiaín. De estos cico hombres dependerá un peine de hasta 29 unidades de negocio, agrupadas en 3 áreas: negocio y recursos, que reportarán diretamente al consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y Medios Corportivos, -jurídico, imagen y plantilla, principalmente- que son predio directo de FG. El presidente se queda con las áreas de control.
 
La estrategia del peine se deja ver, además, en el hecho de que el Comité de Dirección se amplía de 12 a 18 miembros. El peiine no es más que la forma de poder ascender a quienes apoyan a las dos partes en liza: el presidente y el consejero delegado. Así no hay discusiones. El negocio sigue en manos del antigupo BBV, mientras el poder es de FG, apoyados por gente de Argentaria.

Pero es que hay más: de querer despedirles, FG ha pasado a premiar a los ejecutivos. No sólo no les exige la prejubilación a los 52 años, sino que además revoca su mandato de que los ejecutivos no figuren en el muy lucido mundo de los mejores consejos de las empresas participadas, entre los que figuran los dos grandes premios: Telefónica e Iberdrola. El más enfadado, Vitalino Nafría, casi se ha convertido en un consejero delegado bis. Seguramente recibirá su premio. Sólo así, Goirigolzarri ha conseguido que no se marche a casa.

Conclusión, la lectura más importante es que FG se ha caído de la burra y se ha convencido de que no puede tener directivos cabreados: precisa no sólo de consejeros dóciles, sino de ejecutivos que le apoyen, especialmente cuando en el Banco de España figura un socialista, en junio del próximo año. Además, salvando a los ejecutivos BBV ha salvado también a Goirigolzarri sin el cual, simplemente, el banco no funciona.
 
Y ahora a esperar la conquista de la BNL. En ese momento, habrá que reformar la reforma.