Al parecer, este diario electrónico no gusta a FG. Muchos de los ordenadores que maneja la plantilla del banco no pueden acceder a hispanidad.com. Lo cierto es que sobre estos bloqueos existe una doble jurisprudencia, que algún día tendrá que decantarse en un sentido o en otro.

Por una parte, la empresa, propietaria de las conexiones a la Red, puede prohibir a un trabajador, en este caso a un bancario del BBVA, utilizar Internet para cuestiones ajenas a su cometido laboral, tanto del navegador como del correo. Pero, al mismo tiempo, no puede investigar si ese trabajador ha escrito un correo electrónico a su novia, porque entraría en su privacidad. O sea, que lo mejor es la censura previa.