El pasado martes, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda acudía a un almuerzo organizado por el Foro Punto de Encuentro patrocinado por Iberdrola. En la mesa presidencial se encontraba como es lógico, el presidente de la eléctrica vasca, Iñigo de Oriol. Según relató Barreda, durante la comida estuvieron hablando sobre energía nuclear. Y aunque el presidente castellano-manchego afirma que no quiere ser maniqueo con el ¿Nucleares? No gracias, afirma que ya tenemos bastante con lo que tenemos. A eso se le llama reabrir un debate y lo demás son tonterías.
Eso con Oriol. Porque Barreda también intercambió conversación con el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. El presidente castellano-manchego le manifestó que ahora era el momento de integración. Tras la descentralización, hacen falta espacios compartidos, comunes, porque el estado de las autonomías no funciona bien y faltan mecanismos de vertebración para que el Estado pueda seguir garantizando lo fundamental.
 
Además, Barreda se refirió a los siguientes asuntos:
  • Incendio de Guadalajara: Me ha afectado más afectivamente que políticamente; hemos aprendido mucho para evitar tragedias similares en el futuro.
  • Agua. Necesitamos el agua, nuestro pantano está a un 11,3% de su capacidad, el agua es de todos los españoles, pero también de los castellano manchegos, la ley dice que cuenca cedente tiene prioridad sobre la cedida y que el consumo humano tiene prioridad, hay que delimitar las áreas de regadío porque si no, la demanda del Levante es infinita y tiene un límite, igual que las urbanizaciones del Mediterráneo. El golf gasta menos agua y da más puestos de trabajo que muchos regadíos