Fue promulgado por los populares en 1993, pero permanece vigente

Eran los tiempos de la corrupsoe. Aznar quería dar imagen de partido íntegro, limpio y honesto. Y promulgó un código ético. Hablamos de 1993. En su punto 8 se afirma que para garantizar la exigencia de responsabilidades políticas que pudieran corresponder a cualquier cargo público del PP se comprometían a comunicar a la dirección del PP y a poner a disposición el puesto público que desempeñaban ¿Cuándo? Si de la apertura de cualquier procedimiento jurisdiccional puedan derivarse indicios racionales de comisión de un delito. Pues bien, en los casos Bárcenas, Merino, Camps, López Viejo, Bosch y González Panero, hubo consideración de indicios racionales de delito por parte del juez y sin embargo no pudieron su cargo a disposición del partido, incumpliendo el punto 8 de un código ético que está vigente.

Es verdad que el gobierno no cumple con el pomposo código de buen gobierno del gobierno del denostado Jordi Sevilla. Pero eso no es un argumento válido para incumplir el propio código ético.