• El cese-dimisión de Rodrigo Rato se convierte en una ceremonia de la confusión y de la manipulación.
  • CIU se niega a que se ayude a Bankia cuando no se ayudó a Catalunya Caixa: es justo al revés.
  • En principio, tampoco ahora Bankia será ayudada: no recibirá ayudas públicas, sino créditos al 8%. Aunque el Gobierno no habla claro. 
  • Hasta el momento, el que ha ayudado a la banca no ha sido el PP sino el PSOE; no Rajoy, sino Zapatero. 
  • En principio, no hay mayor, ni mejor, ayuda pública a la banca que la nacionalización.

El problema del Gobierno Rajoy es que primero ha echado a Rodrigo Rato de la Presidencia de Bankia y luego está pensando qué es lo que puede hacer con Bankia. Lo lógico hubiera sido invertir el orden de los factores pero dejemos eso.

En cualquier caso, la opción más probable es la que ya se intentó tiempo atrás: trocear Bankia y repartirla entre las tres grandes entidades: Santander, BBVA y Caixa, con el Popular llamando a la puerta.

Y es que el problema de Bankia no es ni de capitalización ni de morosidad, ni tan siquiera de cartera inmobiliaria, sino de liquidez y la liquidez es la que siempre acaba por tumbar a las entidades. Y sí, es un grave problema.

Vamos con las ayudas públicas. En este punto, el cese-dimisión de Rato decidido por el Gobierno Rajoy se ha convertido en una de las grandes ceremonias de la confusión y la manipulación. Hasta ahora, ha sido el Gobierno Zapatero quien ha ayudado a la banca en dificultades pero no el Partido Popular. Y no Bankia, quien ha recibido créditos del FROB al 7,75%, no ayudas (salvo en el caso del minúsculo Banco de Valencia). Por contra, la CAM nos va a salir -entre capitalización y Esquema de Protección de Activos (EPA)- por más de 20.000 millones de euros, gracias a la desastrosa reforma bancaria puesta en marcha por el Gobernador con carné del PSOE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), nombrado por los socialistas que, afortunadamente, abandonará su cargo en junio.

En esta ceremonia de la manipulación se han destacado dos políticos: Rubalcaba, quien asegura que no se puede ayudar a la banca (lo que hizo el PSOE) y dejar abandonados sanidad y educación, y los nacionalistas catalanes de CIU, Sánchez Llibre, quienes consideran inadmisibles que se ayude a Bankia y no a la nacionalizada Catalunya Caixa (CX). Lo cierto es que CX recibió 1.500 millones de euros en capitalización y ahora quien se lo quede recibirá un EPA (Esquema de Protección de Activos) que se prevé generoso.

De hecho, quienes piden nacionalizar la banca deberán aclarar que, de entrada, supone la mayor ayuda pública a las entidades, una inyección de dinero público para salvar la gestión privada, según la teoría de la nacionalización de pérdidas.

Y es que el liberalismo no consiste ni nacionalizar ni en intervenir pero aún menos subastar bancos en crisis: consiste en dejar quebrar a los quebrados y pagar su dinero a los depositantes. En España están asegurados hasta 100.000 euros por cuenta.

Por lo demás, el PP -que todavía no ha ayudado a ninguna entidad, sí el PSOE- insiste en las fusiones bancarias como instrumento de reforma, fusiones que han resultado tan onerosas como desastrosas.

Y no olvidemos que se habla de ayudas a la banca como foto fija, pero la morosidad sigue creciendo, por lo que las ayudas de hoy aumentarán mañana.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com