Con los accionistas, Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, continúa jugando a reducir el nominal, que tiene un buen efecto fiscal. Con los directivos, Banesto potencia ahora las stock options (celebra Junta General de Accionistas el próximo 1 de marzo), al igual que Endesa.

Vuelven las stock options por la sencilla razón de que la bolsa remonta, y las expectativas para las opciones sobre acciones resultan más halagüeñas a los directivos. Lo malo es que estos títulos pueden dar muchas sorpresas: excesivamente positivas, como le ocurrió a Juan Villalonga al frente de Telefónica. O negativas, como les ocurrió a los directivos de Telefónica con el derrumbe bursátil. Más lógico sería primar a los gestores según los beneficios conseguidos, incuso mejor aún según los beneficios recurrentes.

Donde Ana Patricia Botín no ha hecho mucho caso al nasciturus Código de Buen Gobierno Corporativo de la CNMV es en el nombramiento de mujeres para el Consejo. Aunque, eso sí, renueva Isabel Polanco. La amistad de los Botín con los Polanco aún es mayor que la de Ana Patricia con Pedro J. Ramírez que, un año más no será nombrado consejero de Banesto.