El viernes 8 se conocía que el presidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, había presentado una querella contra Banesto por estafa procesal, ante el Juzgado Criminal y Correccional número 12 de Buenos Aires.

El asunto es muy simple: Banesto exige a Aerolíneas que le abone los 42 millones de dólares que le adeuda, cantidad sobre la que tiene hipotecada un Jumbo 747. Banesto ha ganado el embargo en todas las instancias  judiciales. Aerolíneas Argentinas, antes que pagar, ha preferido querellarse contra el acreedor en un intento desesperado por ganar tiempo. En este sentido, cobra especial importancia el precitado hecho de que la SEPI se niegue a abonar al Grupo Marsans, es decir, a Aerolíneas, los 85 millones de dólares aún comprometidos. De esa cantidad, ya se sabe dónde irían a parar 42 de esos millones.