Desde entonces, las relaciones de la presidenta madrileña con los Aznar-Botella no se han recuperado

 

Es evidente que Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, no ha salido airosa de la batalla por Caja Madrid pero al menos consiguió imponer la salida de Miguel Blesa de la Presidencia. Salida que le ha costado convertirse en enemiga del matrimonio Aznar-Botella.

Porque sí, cuando Blesa no consiguió ser renovado por otros seis años en el cargo, llamó a Aznar para que intercediera ante Aguirre. Y Aznar lo hizo, pero se encontró con la negativa rotunda de Aguirre, harta del ninguneo de Blesa. Pues bien, Aznar no se lo ha perdonado, y Ana Botella, que desde entonces jugó con su alcalde, Gallardón, a fastidiar cualquier candidato de Aguirre.

En la víspera de la salida definitiva de Miguel Blesa de Caja Madrid la reconciliación no ha sido posible, entre otras cosas porque, habrá que decirlo claro, Rato y Aznar se tratan lo imprescindible.