Muchos manifestantes comparten las críticas del Gobierno: no hizo nada durante 8 años Aznar pretendía darse un baño de multitudes en la manifestación provida del sábado. Pero la sociedad española sana no está para componendas. Así que el ex presidente recibió aplausos y abucheos. Casi a partes iguales. Muchas señoras le abrazaron, pero hay quien le criticó. Incluso alguien le sacó ostensiblemente el dedo. Un gesto soez que sin embargo deja clara su repulsa por su pasividad frente al crimen del aborto durante los 8 años en los que gobernó mirando para otro lado.
Cuando le colocaron la alcachofa, todo lo que llegó a decir es que le parecía muy mal una reforma que permite a las niñas de 16 años abortar cuando ni siquiera pueden salir en los periódicos. Ni una muesca de autocrítica. Lástima. Porque hace unos meses, en un congreso celebrado en la Universidad CEU San Pablo, el ex presidente entonó un amago de mea culpa afirmando que hizo lo que pudo.
En todo caso, agua pasada, no mueve molino. Ahora, lo relevante es que el PP mueva ficha ahí donde gobierna, donde tiene competencias sanitarias. Y aunque el aborto no es salud, está bajo su supervisión. La Comunidad de Madrid ha cerrado dos centros, pero está tramitando la licencia para dos nuevos centros de abortos. Y lo peor: tal y como publicamos, pretende seguir el modelo andaluz en el que se financian el 100% de los abortos a través de la red pública. ¿Y Valencia? Ha lanzado un pomposo plan Más Vida. Un proyecto ambicioso, pero sin apenas dotación presupuestaria. Ya es hora de que los populares que se manifestaron el sábado apliquen un poco de coherencia.