Aunque el obispo de Madrid agradece que Zapatero y Rubalcaba se hayan interesado por el atentado frustrado, parece relacionar la política laicista del Gobierno con los ataques a templos católicos

Muchos medios han publicado la visita sorpresa del arzobispo de Madrid, Mons. Rouco, a la Iglesia de Santa Genoveva de Majadahonda (Madrid). Acudió sin avisar a nadie. El párroco se enteró la noche anterior. Y ahí estaba presidiendo la misa de 13,00 para apoyar a una comunidad eclesial que una semana antes había sufrido un intento fallido de ataque violento.

Lo que no cuentan los medios es el contenido de su homilía. Además de comentar las lecturas del domingo, hizo reiteradas a la paz y la calma. Además, agradeció a las autoridades municipales de Majadahonda la preocupación mostrada así como al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, también mostró su preocupación por unos hechos que hacia décadas que no se producían en España. Y al final de su homilía afirmó que no debemos de extrañarnos que jóvenes de familias desestructuradas terminen siendo manipulados para este tipo de actos. Aunque matizó: Quien siembra vientos, recoge tempestades.