Naturalmente, seguimos sin saber que conlleva tamaña asunción

 

Directo y con firmeza. Gabilondo se coloca en el paredón de fusilamiento: Asumo toda la responsabilidad en el fracaso del pacto. Cree que el acuerdo con el PP iba muy bien hasta que se introdujeron otros elementos como la lengua y el tema autonómico. Yo soy ministro de Educación; nada menos; pero nada más. Además, el ministro cree que no fue posible teatralizar el acuerdo por razones políticas. Existe la sospecha de que alguien se ha entregado o que ha habido una rendición. En todo caso, se muestra satisfecho por el consenso social generado en torno a la educación.

Además, mantiene la esperanza de que pueda haber acuerdos puntuales, menos teatrales, pero más útiles. En sus palabras, menos pisadas y más pasos. La clave estará el próximo 28 de septiembre cuando se reúna la conferencia sectorial: si no fue posible la gran foto espero que lleguemos a acuerdos en cuestiones como los idiomas, la educación infantil, etc.

Además, nos ofreció las siguientes perlas:

Política. Creo y amo la política y estoy en contra de los que la descalifican, pero también del politiqueo y de los politicastros.

Ministro. Cuando llegué me pregunté qué hace un ministro de Educación con competencias transferidas; y lo importante es coordinar, impulsar, colaborar.

Árboles. Una vez leí que cuando uno anda por el bosque, los árboles andan con él; cuando corre, los árboles, corren; y cuando se para, los árboles también se paran; me gustó.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com