Hispanidad informaba el lunes 3 que el Ministerio de Cultura, es decir, su titular, Carmen Calvo, insiste en imponer un nuevo gravamen sobre líneas ADSL, e incluso discos duros. Una forma de luchar contra la piratería de canciones y películas bajadas de Internet. Su colega de Gabinete, José Montilla, se opone, porque considera que no haría más que retrasar la España.es, precisamente en un país donde la tasa de penetración de la banda ancha es escasa, así que no resulta inteligente encarecer ni el ADSL ni el cable ni los productos informáticos.

Pues bien, un conjunto de asociaciones de internautas, electrónica y consumo ha creado la plataforma "Todos contra el Canon", bajo la denominación y sitio webde www.todoscontraelcanon.es para evitar que Carmen Calvo, siempre asesorada por las asociaciones de gestión de derechos de autor, apliquen un canon indiscriminado. Como bien explican sus creadores -ver comunicado- el canon no sólo criminalizaría a los usuarios de Internet, sino que no distingue entre usuarios piratas y usuarios que respetan los derechos de autor, como no discriminan entre los archivos objeto de propiedad intelectual y los que no lo son. Cobrando a todos los que compren un ordenador o contraten una línea de alta velocidad, gravan a todos.

Podían haber añadido un argumento más. Detrás de todos esos cánones se encuentran estas asociaciones de gestión de derechos (las dos más famosas son la original SGAE y la de fotocopias, CEDRO), que cobran a usuarios y medios informativos asimismo de forma indiscriminada, es decir, cobran un canon a todos, independientemente de los creadores a los que representen e independientemente del uso que los medios informativos hayan hecho de la propiedad intelectual.

Por lo demás, están los intermediarios de los derechos de autor, que en ocasiones mueven cifras fabulosas, son permanentemente criticados por sus creativos, dado que el reparto del dinero obtenido lo realizan sin control alguno, y algunos de esos creadores se sienten discriminados.