La prensa internacional ha publicado que el obispo Antonio Baseotto, equivalente en la Argentina a nuestro obispo general castrense, injurió al ministro de Sanidad argentino, Ginés González García, exigiendo que le arrojaran al mar, por el empeño de don Ginés de promocionar el aborto en la Argentina. Visto así, el asunto es grave, y no había sino que el Gobierno de Néstor Kirchner elevara una protesta al Vaticano. Por si acaso, monseñor Baseotto pidió disculpas, pero una ofensa de tal calibre merece algo más que una disculpa: que Roma tomara medidas: ¡Qué menos! 

Pero lo peor de la infamia estaba por llegar. Ante una tan sensata y pertinente reclamación de un Gobierno democrático, el Vaticano, para escándalo de todo el pueblo, se niega a llamar al orden a un prelado tan violento y le ratifica en sus funciones. Evidentemente, una provocación de tamaño calibre sólo puede tener una respuesta: El Gobierno Kirchner ha cesado de su cargo a monseñor Baseotto, dado que la Capellanía castrense tiene en la Argentina cargo de Subsecretario. Es lo suyo : otra cosa habría supuesto un atentado contra la dignidad de un Gobierno democrático, y, pasando de lo general a lo particular, un atentado contra la dignidad excelsa de don Ginés, ministro de la República.

Esto es lo que ha contado la prensa internacional. Ahora veamos, lo que cuenta en Internet el doctor Carlos Abey Ra.

Estimados amigos:

El Presidente Kichner ha exonerado ayer de su cargo de Subsecretario de la Nación, al gran promotor de los pobres y humilde Obispo, Monseñor Antonio Baseotto, por haber  citado  -en una carta contra el aborto dirigida al Ministro de Salud-  la frase del Nuevo Testamento, del Evangelio de San Mateo (18, 6):   "Al que escandalizare a uno de estos pequeños que creen en mi,  mas le valiera que le colgasen al cuello una piedra de molino de asno y le arrojaran al fondo del mar". 

Algunos dicen que el Sr. Obispo estuvo imprudente (por citar a Jesús). Me parece oportuno entonces recordar, también del Nuevo Testamento, lo que dijo San Pablo en la Segunda Epístola  a Timoteo (4, 2-4): 

"Predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo , arguye, enseña, exhorta con toda longanimidad y doctrina; pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina.....y apartarán los modos de la verdad para volverlos a las fabulas". 

También se aplica al caso, lo que dijo Jesús en el Sermón de la Montaña:
"Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan y con mentira digan contra vosotros todo genero de mal por mí" (Mateo 5, 11). 

"Bienaventurados seréis cuando aborreciéndoos los hombres, os excomulguen y maldigan y proscriban vuestro nombre como malo, por amor del Hijo del Hombre".   (Lucas 6, 22).   

En el día de San José, que Dios bendiga a la Argentina, a sus familias, al Señor Obispo  y a los niños recién concebidos. 

Carlos Abel Ra

Doctor en Medicina. Especialista en Pediatría. Médico legista. Diplomado en Salud Pública. Ex Profesor Titular de Pediatría de la UBA  y de Medicina Legal de la UCA.        

La historia es la misma, pero, no me pregunten por qué, la contada por el doctor Carlos Abel Ra parece adquirir un significado totalmente distinto al de la prestigiosa prensa internacional. Yo, al menos, leyendo la prensa española había entendido otra cosa.

Moraleja: cuando se trata de las cuestiones claves, por ejemplo, la de la vida, no te fíes de los papeles. De nada. Nuestro lema es divertir instruyendo.

Eulogio López