Rubalcaba insiste en que "Rajoy debe decirle a la gente la verdad". Internet espera la irrupción de Pedro José.

Esta es la frase que espera la derecha, una conversación telefónica entre Pepe Blanco y Rubalcaba tras el atentado de Madrid: "Alfredo, ya hemos ganado las elecciones". Es el fiel relejo de una clase política torpe pero miserable.

Me lo cuenta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre: "La legislatura estaba más que terminada en mayo de 2010 cuando el comunista Hu Jintao, el progre Obama y la fracasada Merkel enseñaron a Rodríguez Zapatero economía, la que no aprendió en las famosas dos tardes del ex ministro Jordi Sevilla". Brillante aunque extraordinariamente molesta definición. Esta chica tiene una capacidad tremenda para meter el dedo en el ojo a propios y extraños. Deben ser ciertos los rumores que hablan de su salida de la política, harta, no de los ataques de los socialistas sino de la malquerencia de sus correligionarios.

Pero es cierto que la economía está marcando la campaña y que la gestión económica de Zapatero pasará a la historia de los desastres de España. Eso sí, oiga, aunque todos los españoles estuviéramos en paro, o precisamente por eso, una campaña electoral económica es una campaña electoral de bajo perfil. Si los gobiernos se midieran por su gestión económica, y esta por su eficiencia a corto plazo -que es lo único que podemos medir con cierto rigor- la democracia sobra. Suprimamos las elecciones y nombremos presidente del Gobierno a César Alierta o a Ignacio Galán o a Antonio Brufau, que han conseguido grandes éxitos como gestores de Telefónica, Iberdrola o Repsol.

Además, los dos candidatos hablan mucho de la economía de las recetas económicas del adversario pero poco de las suyas. Rubalcaba, porque la gente no se cree que la situación económica pueda arreglarla quien ha provocado el mayor nivel de desempleo a escala mundial. Rajoy, porque sospecha que la situación es peor de lo que dice el Gobierno Zapatero.

Alfredo Pérez Rubalcaba, un tipo más listo que inteligente, no pretende ganar las elecciones por la economía sino por la desconfianza ancestral de un electorado progre hacia la derecha. Por eso, su última frase es genial, clave: "Rajoy debe decir a la gente la verdad". Reparen en que es calcada de la que pronunciara 24 horas después del salvaje atentado del 11-M de 2004: "Este país se merece un Gobierno que le diga la verdad". Es decir, Aznar nos ha metido en la guerra de Irak -falso- y por eso los terroristas han asesinado a 192 personas -cierto- y por eso ahora nos miente y dice que fue la ETA (medio cierto, medio falso).

Con esa frase ganó sus primeras elecciones Zapatero. Ahora es lo mismo: Rajoy va a quitarle el médico y el maestro de sus hijos. Además, va a bajar los salarios y le va a dar su dinero a los ricos para que se hagan más ricos. La política es simplicidad.

Mientras, el PP espera a Pedro José, el director de El Mundo, para darle el toque de gracia al PSOE, precisamente con el 11-M, precisamente con otra media verdad. Un detalle, unos piratas informáticos boicotearon la página WEB del candidato socialista con este mensaje: "Rubalcaba, la sombra del 11-M te persigue muy cerca". Elena Valenciano, experta en meter la pata, atribuyó la intrusión a la ultraderecha. Puede, señora Valenciano, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que Internet, el método más influyente si se sabe canalizar, mucho más que la televisión, lleva semanas hablando de una exclusiva que estaría preparando Pedro José, una conversación telefónica entre Pepe Blanco y Alfredo P. Rubalcaba, en los tres días que transcurridos entre el 11 y el 14 de marzo de 2004. En ella, Blanco asegura que "Ya hemos ganado las elecciones", se supone que una vez que la 'mentira' del PP, acusando a ETA de que estar detrás del atentado, había vuelto exitosa la campaña del PSOE.

¿Qué si yo me lo creo? Sí, me creo que El Mundo tenga un as en la manga y lo ponga encima de la mesa días antes de los comicios. Es su estilo. Ahora bien, ni el Gobierno Aznar mintió tras el 11-M ni las presuntas palabras de Blanco supondrían que, de alguna manera, como pretenden los conspiradores, el PSOE participó en la matanza, aunque sólo fuera en calidad de encubridor. El PSOE no colaboró con los asesinos: lo que hizo fue aprovechar el asesinato, que es muy distinto, aunque no deje de ser una canallada.

Los políticos se comportan, ante sus fracasos, como gallinas mojadas: Aznar buscando la posibilidad que más le convenía -fue ETA-, Rubalcaba, utilizando la mentira verosímil: el Gobierno está mintiendo, no le votes.

Son las elecciones del 11-M bis, propias de una clase política torpe pero mezquina. Mientras, Roma arde.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com