• Mientras, las fuerzas leales a Al Assad matan a un centenar de personas en Al Qusair.
  • El director de Asia News, el Padre Bernardo Cervellera, explica que en Siria, como en Irán, hay  conflicto entre sunitas y chiitas, "es más un problema de dominio del mundo islámico".
  • Pero también hay intereses económicos; y en esta situación además se suma Estados Unidos e Israel, empeñados en que Hezbollah no tome fuerza; y también Rusia y China, que necesitan del petróleo de Irán.
  • Pero recuerda que "Benedicto XVI en su viaje a Líbano pidió que se realizara una conferencia de paz en la cual participaran todos los interlocutores, petición reiterada por el Papa Francisco".
Lo último en Siria es que las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, han matado a al menos un centenar de personas que estaban huyendo de la ciudad de Al Qusair, que cayó el pasado miércoles tras semanas de sitio y combates, según han revelado varios activistas a la agencia de noticias Reuters.

Recordemos que las Fuerzas Armadas sirias, apoyadas -sobre todo- por el partido milicia chií libanés Hezbolá e Irán, recuperaron el pasado 5 de junio Al Qusair, tras semanas de sitio y fuertes combates que han causado cientos de muertos, entre combatientes y civiles, y han arrasado la ciudad.

Al Qusair, con más de 20.000 habitantes, se encuentra en una posición estratégica, segregada entre localidades suníes y chiíes, estas últimas afines al presidente sirio, cuya confesión alauí es una escisión chií. Y recordemos también que gran parte del conflicto en Siria viene, precisamente, de ese enfrentamiento entre musulmanes suníes y chiíes.

Pero también se ha sabido que los rebeldes sirios islamistas -opositores al régimen de Bashar al Assad, o sea, suníes- han ejecutado y torturado a un adolescente de 15 años por supuesta "apostasía y blasfemia" frente a una multitud en la ciudad Siria de Aleppo, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Los rebeldes islamistas volvieron con el adolescente y, hablando en árabe clásico, sin acento sirio, subrayaron que la apostasía y la blasfemia son vicios terribles por lo que, advirtieron, todo el que incurra en ellos sufrirá el mismo destino. Después, huyeron en un coche en dirección desconocida.

Esta es la manera de actuar de los supuestos rebeldes pacíficos sirios de la primavera árabe en Siria.

Pero si de primavera árabe hablamos, el director de Asia News, padre Bernardo Cervellera, ha explicado -según recoge Zenit-  que la primavera árabe, en algunos países como Siria, se ha transformado en un ajedrez en el que luchan las facciones internacionales por el dominio del mundo islámico.

En el caso de Siria, el director de Asia News consideró que "los líderes religiosos siempre han defendido a Assad, que no es para nada defendible, con su régimen dictatorial, su policía secreta, etc. Al mismo tiempo él frenó el integrismo, dio una cierta libertad religiosa, aunque controlada. Y por lo tanto dijeron que había que frenar la destitución de Assad. Otros en cambio siguieron a la oposición".

En cambio "el caso de Siria se les escapó de las manos a sus ciudadanos y el país se ha transformado en un tablero de ajedrez en el que luchan tantos protagonistas. La población parece a este punto olvidada por todos, mientas hay interés solamente por la estructura política y las relaciones con otros países como Irán y su acceso al Mediterráneo".

Y ha precisado que en este contexto se sabe que Arabia Saudita y Qatar han aumentado por varios millones de dólares la compra de armamentos destinados a los rebeldes. Irán hace algo similar. "Un conflicto entre Sunitas y Chiitas de Irán. Es más un problema de dominio del mundo islámico". También con algunos intereses económicos. Y en esta situación además se suma Estados Unidos e Israel, empeñados porque los Herzbollah no tomen fuerza. Y también Rusia y China, que necesitan del petróleo de Irán.

¿Cómo salir de esta situación "Benedicto XVI en su viaje a Líbano -recordó Cervellera- pidió que se realizara una conferencia de paz en la cual participaran todos los interlocutores, petición reiterada por el Papa Francisco. Benedicto XVI habló también contra el fundamentalismo, un uso político del nombre de Dios que oprime a los demás, un problema que vale también para cristianos y judíos. Evitar la religión para usos políticos".

El director de Asia News recordó también: "Las Iglesias que están en el lugar quieren continuar con este diálogo, porque los cristianos árabes se sienten parte del mundo árabe. Si bien existe también otro problema: es el laicismo con su relativismo, en el cual el comercio de cosas y armas son más importantes que la población. Existe además el riesgo de una tercera guerra mundial: demasiados interlocutores son una mecha terrible".

Cuántos problemas se evitaría el mundo si hiciésemos caso a los papas.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com