Podría parecer una anécdota, pero es un reflejo de la crisis que vive el país

 

México es considerado uno de los baluartes del catolicismo, teniendo en cuenta que es uno de los países con mayor número de católicos en el mundo. Sin embargo, la crisis que están viviendo, que se percibe especialmente en la lucha contra el narcotráfico, está afectando a gran parte de las sus estructuras.

Esta semana es el asesinato del padre Santos Sánchez, párroco de Mecapalapa, en el estado de Puebla, lo que saca a relucir la corrupción, la mentira y la situación social inmoral que crea situaciones de violencia. Todo parece indicar que el asesino se introdujo en la casa del sacerdote probablemente para robar y al ser descubierto, le agredió con un machete, provocándole heridas que le causaron la muerte.

Es verdad que este tipo de sucesos ocurren en todos los países y que en España también se han dado casos, pero son una muestra de cómo es la situación que se vive en el país para que alguien, incluso creyente, se ha visto en la necesidad de robar en una casa de un sacerdote, y, finalmente, a matarlo. Tal y como ha comentado el obispo de Tuxpan Veracruz, monseñor Juan Navarro Castellanos, lo sucedido es un reflejo de la corrupción, de la mentira y de la situación social inmoral de las instituciones que determinan un desorden ético y social, que confunde a las personas, creando situaciones y comportamientos de violaciones de los derechos humanos y de violencia.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com