La gran noticia del 'desafío soberanista' catalán consiste en que ha obligado al Consejo de Estado a trabajar en domingo. Artur (en la imagen), has provocado algo grande.

Desde Madrid, nada ha cambiado con la declaración institucional de Mariano Rajoy: el referéndum es ilegal y la ley es libertad. No hombre no, la ley es siempre coercitiva pero es que, además, el gran error del PP en la cuestión catalana ha sido doble:

1.- Aseguraba que el referéndum no se puede celebrar porque es ilegal. Pues hombre, si es ilegal hágalo usted legal, que para eso es el presidente del Gobierno. Insisto: toda ley legaliza la ley anterior, aquélla que modifica.

Se nota la falta de Pedro J. Ramírez en la acusación de El Mundo contra las finanzas de Mas

Me gusta más aquello de que la soberanía española pertenece al pueblo español. En efecto, ese es el argumento: yo quiero votar en ese referéndum porque Cataluña es tan mía -nacido en Oviedo- como el de cualquier barcelonés.

2.- Debió cortar la hemorragia antes de que el independentismo creciera. Un acuerdo económico hubiera paralizado el soberanismo hace 2 años, ahora no. Ahora el aprendiz de brujo de Convergencia, don Artur, ha creado un monstruo que no existía… amparado ante la negativa de Madrid. Al final, resulta que ahora es cuando no veo posible acuerdo alguno.

Vamos con los errores de Barcelona.

1.- El más grave: Artur Mas ha azuzado hasta límites nunca vistos, el narcisismo nacionalista. Ahora mismo, Mas se siente como el nuevo Companys. Ahora mismo, a don Artur le encantaría ser detenido y esposado por la Guardia Civil: un héroe para la historia, un mártir. Hombre, sin paredón de fusilamiento, pero, por todo lo demás, igualito que Lluis Companys.

2.- No es cierto que Mas haya estado abierto al diálogo. Su último llamamiento a una negociación es pedir al Gobierno que acuerde cómo celebrar el referéndum o consulta. ¡Joé con la tolerancia de la Generalitat! Primero impongo lo que hay que hacer y luego pido diálogo para que el contrario colabore conmigo en lo que he impuesto.

Pero lo peor no es que el referéndum tenga que ser impedido desde Madrid. Lo peor es que el independentismo catalán ha provocado un ambiente de guerracivilismo en Cataluña: todos contra todos, amén de una catalanofobia que, ahora sí, es creciente. 

El resto puede arreglarse, el guerracivilismo no.

Y por cierto, ¡qué bien le ha venido a Rajoy el narcisismo de Mas para ocultar su cobardía en la defensa de la vida!

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com