Se une así a la italiana Naviera Grimaldi en los juzgados 13 de lo mercantil de Madrid. El juez está retrasando su decisión para ver si Marsans se vende. La banca está harta de las presiones del Gobierno a favor de Díaz Ferrán, al que ZP necesita para firmar el diálogo social. Es Emilio Botín quien está deteniendo la quiebra de la compañía, aunque con ello perjudique al grupo y a los trabajadores 

Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, propietarios de Marsans y cúpula de la CEOE continúa sirviéndose de la política para no presentar concurso de acreedores de su compañía. En plata: que no pagan ni al panadero. Pero la cosa se pone difícil: Hispanidad anunció en su día (y fue copiada por toda la prensa sin citar) que los italianos de Naviera Grimaldi habían instado concurso de acreedores contra Marsans por impago, ante el Juzgado número 13 de lo Mercantil de Madrid.

Pues bien, ahora añadimos que existe un segundo reclamante que ha presentado la misma instancia ante el mismo Juzgado 13 de lo Mercantil de Madrid: se trata de Arrecifes Hoteles SL.

El juez mantiene en suspenso la decisión -aunque ya han pasado los 15 días preceptivos- por la misma razón por la que los bancos acreedores de Marsans no fuerzan la suspensión de pagos del grupo, lo que no sería mala cosa para los empleados, dado que los estados contables de la empresa se deterioran cada día que se prolonga la agonía.  

Pero el Gobierno presiona a los bancos para que mantengan el cadáver con respiración asistida porque ZP necesita un presidente de la patronal débil que precise de sus favores y dispuesto a firmar cualquier acuerdo social y cualquier reforma laboral. Ni que decir tiene que la patronal es un clamor con Díaz Ferrán pero no fuerzan su ceses, que estaturiamente resulta complicado.

Es el Banco Santander quien detiene los deseos de otros bancos del sindicato acreedor por forzar un concurso de acreedores ante un par de empresarios en quiebra técnica pero dispuestos a aprovecharse políticamente del asunto, un par de empresarios que se niegan a vender activos a precios lógicos.

De hecho, ni tan siquiera Emilio Botín ha conseguido evitar que otros bancos, como el BBVA, el Sabadell o el Popular, mantuvieron el penúltimo crédito solicitado por los hombres G, así como la negativa bancaria a admitir como pago un local de la inmobiliaria Tremon, que no parece un buen garante dada su actual situación.

Mientras tanto, seguimos esperando la decisión del juez.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com