• El país hispanoamericano demanda a Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
  • Considera que las decisiones adoptadas por los tribunales americanos en el conflicto por la deuda con los 'fondos buitre' violan su soberanía.
  • Curiosamente apela a la seguridad jurídica, que ha puesto en jaque a empresas como Repsol.
  • El juez estadounidense Griesa celebra una audiencia este viernes tras las últimas declaraciones del Gobierno argentino. 
Hace bien Argentina defendiéndose de los 'fondos buitre' que tratan de extorsionarla. Contextualicemos el asunto: el juez estadounidense Thomas Griesa bloqueó el pago a poseedores de bonos reestructurados hasta que Argentina pague a quienes no aceptaron los términos del canje en 2005 y 2010, es decir, retuvo los fondos y mantuvo el pulso. El país hispanoamericano ofertó pagar a los 'fondos buitre' por el importe negociado con los bonistas esos años, y que supondrían un 300% de beneficio para ellos, pero esta propuesta fue rechazada por la avaricia de los especuladores que querían más dinero, como Paul Singer.

En esa situación, Argentina ha presentado una demanda contra Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) por considerar que las decisiones adoptadas por los tribunales estadounidenses en el conflicto por la deuda con los 'fondos buitre' violan su soberanía. Así, airea la pelota de los 'fondos buitre' y se la pasa a Obama. No obstante, su principal argumento es el de la seguridad jurídica, la misma que ha quedado en cuestión para muchas empresas, entre ellas la española Repsol por la expropiación de YPF.

Buenos Aires alega que las decisiones de la Justicia estadounidense sobre el pago de deuda en mora violan "la soberanía y la inmunidad" del país hispanoamericano. La presidenta del país, Cristina Fernández (en la imagen junto a Barack Obama), ha criticado -con su delicadeza habitual- "las resoluciones de un juez municipal que quiere atropellar y llevarse por delante la soberanía de un país". Y ha cuestionado a Griesa por "poner en un limbo jurídico los 539 millones de dólares que ya no son de Argentina, sino que pertenecen a los tenedores" de deuda reestructurada. "No significa que se actúe contra ese país por el país, sino que poderes dependientes o empleados dependientes de ese país han provocado daño o no actuaron conforme a derecho" ha explicado.

Por su parte, el juez estadounidense Thomas Griesa, que lleva la causa por la deuda de Argentina, ha fijado para este viernes una audiencia para discutir las últimas declaraciones públicas del Gobierno argentino, ha informado un funcionario judicial. Griesa ha convocado esta audiencia después de que Buenos Aires haya pedido a un banco intermediario que transfiera a los bonistas los 539 millones de dólares depositados en la entidad.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com