Asegura que la reforma del modelo es independiente de su renovación

El vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, se presentaba en la mañana de este viernes en los cursos de verano de la UIMP organizados por la Asociación de Periodistas de Información Económica. Durante 45 minutos ha estado hablando sobre las bondades del nuevo modelo de supervisión financiera, el modelo de "supervisores gemelos" o "doble supervisión". Es mejor que la sectorial porque el mundo es más complejo e interrelacionado. Y mejor también que el supervisor único, que al final tiene que priorizar entre solvencia o conducta.

Vamos que ‘mea y dicen que llueve', con perdón. Porque el nuevo modelo anunciado por Solbes en abril "para mejorar la supervisión actual" es todo un tirón de orejas a Segura y Arenillas fundamentalmente. Y sobre todo, resta competencias a la CNMV para ofrecérselas al Banco de España del amigo MAFO.

Y todo eso a pocos meses de que el próximo 6 de octubre se tenga que producir la renovación de Segura y Arenillas. De esta manera el vicepresidente no sólo se garantiza el silencio sumiso. Sino hasta el entusiasmo. Voila. Pero Arenillas lo niega todo. Por supuesto, niega que exista relación causa-efecto. "No creo que el Parlamento de la nación vaya a legislar sobre algo tan relevante motivado por una renovación". No motivado, no, aprovechando más bien.

Pero también niega que la nueva CNMV vaya a tener menos competencias. "Piense Ud. en Seguros y en la supervisión de la conducta o transparencia de productos de todo tipo". Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Lo que hace el sillón…

¿Van a incrementar los medios de la CNMV? "En un modelo ‘gemelo' lo lógico es que los medios sean, si no iguales, por lo menos equivalentes". O sea, Arenillas reclama más medios, aunque sabe que es una voz que clama en el desierto.