Sr. Director:
Convertir  el orden de los apellidos en alfabético lleva a la imposibilidad de conocer el árbol genealógico sin grandes esfuerzos adicionales, ya que no es posible identificar el padre y la madre de cada persona en base a los apellidos

Utilizando la regla actual, de cualquier persona que se conozcan sus dos apellidos se sabe también el primer apellido del padre y de la madre.

Con la regla del orden alfabético, el conocer los dos apellidos de una persona no es información suficiente saber el apellido del padre y de la madre. Por lo tanto la elaboración de un árbol genealógico se vuelve prácticamente imposible utilizando esta regla.

Ello conduce a que las personas dejen de tener conocimiento y relación genealógica con sus antepasados, salvo de aquellos a los que conozcan personalmente por ser familia en primer grado.

Quizá sea esto lo que pretendan -la destrucción de los vínculos familiares, y de la historia familiar- estos destructores de nuestra cultura y tradiciones, que buscan también, de manera insensata, destruir el orden natural y sus relaciones, lo que lleva a muy corto plazo a la dictadura y dependencia del poder omnímodo de la casta dirigente.

Si lo que se pretendiera realmente fuera hacer visibles los apellidos femeninos, lo que haría falta sería incluir los cuatro apellidos en los documentos (DNI, etc.) lo cual no es ningún inconveniente ahora que está resuelto el problema de la capacidad de memoria en los ordenadores.

Con los cuatro apellidos para cada persona, se identificarían los dos apellidos paternos (abuelo y abuela) y los dos apellidos maternos (abuelo y abuela).

En la actualidad para cada persona, al emplearse solo dos apellidos, únicamente se está indicado el apellido del padre de su padre (abuelo paterno) y el del padre de su madre (abuelo materno), desconociéndose los apellidos de las abuelas paterna y materna.
A. García