Exactamente, ¿dónde está el negocio de prestar por debajo de la inflación? Con tipos oficiales al 0-0,25%? ¿A cuánto prestarán los bancos a sus clientes si compran el dinero al 0%? Y lo que es más grave, mucho más grave: ¿qué noción del riesgo puede tener un ciudadano al que le están regalando el dinero?

Pero si lo que ha ocasionado la crisis, además de la especulación y el apalancamiento, es la pérdida del sentido del riesgo.

Y la iniciativa de la Reserva Federal no termina ahí: si los bancos, aun con esos precios, no acuden, la Reserva Federal inyectará dinero en el sistema comprando titulizaciones (procedimiento inverso pero con el mismo resultado). Es decir, favoreciendo una nueva burbuja especulativa. Pues qué bien.

Toda la filosofía -y que me perdonen los filósofos- de la actual era económica, dominada por los mercados financieros, consiste en lo siguiente: si uno puede comprar y vender, a ser posible comprar y vender dinero, ¿para qué producir? Si la actividad profesional está alejada del bien común y enrollada sobre sí misma, dediquémonos todos a lo mismo: a comprar y vender intangibles. A ser posible apuntes contables. Mayormente, esto es lo que se hace en los mercados financieros.

Y es que poner el dinero al 0% no significa que los bancos presten más a quien tienen que hacerlo. A las PYMES, a los profesionales, a las familias. Pueden dedicar ese dinero a tomar postura (lo siento, lo de posicionarse no me sale) en liquidez o dárselo a la misma gran empresa que se ha apalancado hasta unos extremos increíbles, precisamente porque perdió la noción del riesgo y el funcionamiento con recursos propios: todo se invierte con deuda.

En resumen, la mayor tontuna liberal del momento consiste en que el Estado, con el dinero de nuestros impuestos o dándole a la máquina de hacer billetes, intente relanzar la economía con los mismos instrumentos que nos han llevado a la crisis, esto es, con las dos formas de la codicia capitalista: la especulación y el apalancamiento... y todo ello canalizado a través de los intermediarios financieros.

¿Se trata de crear empleo? Pues créelo directamente el Estado: infraestructuras, vivienda pública, empresa pública -aunque se privatice en cuanto pase la crisis- y dinero directo para PYMES, profesionales y familias. No hace falta para ello pasar por un intermediario llamado banco, salvo si se utiliza a ese intermediario como mero canal de distribución. Por ahí, que pase la gran empresa, la misma que posee capacidad para negociar tanto con los bancos como con el Estado. Sí, también con el Estado: lean la memoria de cualquier gran empresa o banco y comprobarán que ninguno de ellos paga el 35% del impuesto de su beneficio en impuestos de sociedades, mientras el panadero de la esquina paga un riguroso 30 ó 33%.

Pero es que, además, el Estado es el único que puede acabar con la especulación -friéndola a impuestos- y con el apalancamiento excesivo... y está haciendo justamente lo contrario. Por ejemplo, con los reguladores colocando límites al endeudamiento de las empresas y, sobre todo, prohibiendo la pésima práctica bancaria de prestar a un señor para que compre una empresa a con el aval de las acciones de esa misma empresa.

En definitiva, la crisis económica no mejorará, empeorará, por culpa de una clase política incapaz de ver la realidad tal cual es: no sólo no se hace nada por detener la especulación y el apalancamiento; no sólo no se hace nada por recuperar la noción de riesgo, no sólo no se reduce la excesiva intermediación financiera, sino que, además, se sigue coartando al sector público y se mantiene la presión fiscal sobre el individuo.

En efecto, estoy convencido de que 2009 será peor que 2008. Con la clase política que disfrutamos en Occidente pueden estar seguros.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com