Ha rechazado la oferta de Imperial Tobacco

Los británicos ya están buscando un español que se entienda con los cubanos. El más lógico, sería Fernando Domínguez. Vázquez es muy bien recibido por la familia Castro, mucho mejor que lo sería cualquier británico. Vázquez afirma que la operación del capital-riesgo no fue sino una baza para forzar a Imperial a elevar su oferta.
Ya se lo ha comunicado a Imperial: Antonio Vázquez, hasta ahora primer ejecutivo de Altadis, no acepta la oferta de los británicos para quedarse al frente de la división de puros -bueno, y de la distribuidora Logista-. La razón es bastante lógica: tras haber llevado las tres divisiones -cigarrillos, cigarros y distribución- no está dispuesto a ser rebajado de categoría.

Y el caso es que Imperial ha puesto todo su esfuerzo en mantener a Vázquez, o a sustituirlo por otro español. Podría ser Fernando Domínguez, actual responsable de los puros, pero hay una diferencia: Domínguez mantiene una buena relación con la dictadura castrista, pero ni mucho menos tan buena como Vázquez, que la inició. Hablamos del 50% de Corporación Habanos, el mejor contrato de Altadis, que Imperial quiere conservar a toda costa, especialmente en presuntas vísperas de la apertura del mercado estadounidense. Desde luego, en La Habana los británicos no suelen ser bien recibidos.

Por otra parte, Vázquez no deja de decirle a quien quiera oírle que la operación CVC, o conjunto de fondos de capital-riesgo que competían con Imperial Tobacco para hacerse con Altadis, fue animada por él para forzar a Imperial a subir el precio. Y lo consiguió, aunque también es verdad que la crisis de crédito ha paralizado el capital-riesgo.

En cualquier caso, a Vázquez se le puede acusar de haber varado la compañía lo necesario para recibir un OPA en lugar el lanzarla. En cuanto Imperial se lanzó al ataque y recibió el visto bueno del monclovita David Taguas, Vázquez se dio por vencido y sólo pensó en conseguir el mejor precio. Lo primero es censurable, lo segundo loable. En determinados sectores o comes o te comen. De hecho, Imperial se lanzó a por Altadis porque sentía en la nuca el aliento de British American Tobacco. (BAT).

Por lo demás, Imperial sabe que no podrá forzar la máquina de los despidos. Los expedientes de regulación de empleo, al menos tal y como tradicionalmente se han hecho en Tabacalera, gustan más a los sindicatos que al Gobierno, que siempre pierde. En cualquier caso, a Imperial le sobran trabajadores en España y en el Reino Unido. Ahora deberá mostrar su ecuanimidad al escoger dónde quiere aplicar con más rigor la cura de adelgazamiento. Recordemos que las factorías españolas ya sufrieron una cura de adelgazamiento, y bien fuerte, con Pablo Isla como presidente.