Fue un mal día el viernes para Eugenio Galdón, presidente de ONO, tanto el consorcio Spaincom, primer accionista de la empresa de cable, como Ferrovial rechazaron su proyecto de absorber Auna Cable pagando 2.700 millones de euros. Spaincom y Ferrovial consideraban que el Santander principal accionista de Auna resultaba demasiado beneficiado. Incluso se planteó la posibilidad de que la operación volviera a su idea inicial: que fuera Auna quien absorbiera a ONO.

Era la opción preferida por el gobierno Zapatero, pues de esta manera no se trocearía Auna y se mantendría una empresa integrada que pudiera competir con Telefónica. Pues es igual, a Botín le interesa obtener una buena plusvalía de la operación. Galdon prepara una oferta mejorada y Botín podrá vender Auna en dos trozos: por un lado Auna Cable y por otro Amena