En E.ON se insiste en que la batalla no está perdida

En lo que respecta a la batalla por Endesa el mercado ya sólo cuenta los títulos en poder de cada uno de los contendientes. Y, desde luego, los de la italiana ENEL se suman a la italiana Acciona y a los del ente público SEPI. Es decir, ENEL dispondría de un 25%, Acciona de un 21,3 y la SEPI el 3%. Total: 49% del capital. Dicho así, la primera conclusión es que E.ON debería retirarse de la pugna. Pero no es así.

En el cuartel general de E.ON en Düsseldorf insisten en que la batalla no está perdida. En primer lugar, la demanda del PP por posible concertación entre los tres agentes anti-E.ON, así como las demandas judiciales que pudiera presentar E.ON, podrían estropear los planes del Gobierno Zapatero. ¿Qué por qué los alemanes no han presentado aún esas demandas? Pues porque esperan a la cumbre energética de la UE, que tendrá lugar el jueves 8 en Bruselas, y donde se verán las caras la canciller Angela Merkel, el español Zapatero y el italiano Romano Prodi.

Pero es que el asunto va más allá. E.ON no sólo puede plantear la batalla política y judicial, sino también la mercantil. En otras palabras, los alemanes piensan seguir adelante con la OPA en cualquier caso –o al menos eso dicen-, hacerse con un porcentaje importante del accionariado y bloquear la gestión desde dentro. Para ello cuentan con el apoyo del equipo directivo de Manuel Pizarro y del 9,3% de Caja Madrid. En la asamblea de la entidad celebrada en la tarde del lunes 5, su presidente, Miguel Blesa insistió en que Caja Madrid votará a favor del desblindaje y que su decisión final respecto a la OPA sólo estaría influida por los intereses de la propia caja. Dada la oferta de E.ON esas palabras sólo pueden tener una lectura: Caja Madrid piensa vender su paquete a los alemanes.