Sr. Director:
Tanto para los obispos, sacerdotes, catequistas como para la entera comunidad cristiana, la emergencia educativa, definida por el Papa, asume un rostro preciso con la transmisión de la fe a las nuevas generaciones.

Precisamente y para la realización de esta tarea, el Papa alude a los obstáculos representados no sólo por el relativismo sino también por una cultura que coloca a Dios entre paréntesis y que desalienta cada elección verdaderamente comprometida, en particular las elecciones definitivas, mientras privilegia en los diversos ámbitos de la vida la afirmación de sí mismo y las satisfacción inmediatas.

Con referencia a las múltiples formas y ocasión de encuentro y presencia de naturaleza evangelizadora con el mundo de los jóvenes, en particular en las escuelas católicas, Benedicto XVI destacaba la importancia de las relaciones personales y especialmente el papel de la confesión sacramental y la dirección espiritual, por considerarlas ocasiones que facilitan el dar a conocer a los jóvenes el rostro de Dios, que verdaderamente es amigo del hombre.

Temas como la emergencia educativa y la necesidad de una educación que verdaderamente sea tal, la crisis económica por la que atraviesa el país, y que se refleja en el ámbito social con la desconfianza en el futuro y la inseguridad y pobreza de tantas familias, o de la familia fundada en el matrimonio, y del respeto a la vida, son temas de verdadera preocupación para cualquier creyente, preocupación que hay que llevar a los demás, especialmente a los jóvenes.

Jesús D Mez Madrid

je.do.madrid@gmail.com