El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, ha dado el lunes 21 un paso decisivo en su proyecto de Gobierno Mundial, al presentar su propuesta para reformar Naciones Unidas. En ese proyecto reformador hay que destacar dos aspectos. Por un lado, la ampliación del Consejo de Seguridad, aunque los cinco miembros con derecho a veto se niegan a renunciar a él. En cualquier aso, la ampliación del Consejo de Seguridad es clave para caminar hacia el Gobierno Mundial de la ONU, objetivo primero de Kofi Annan.

El otro aspecto, que Annan resume bajo el epígrafe Desarrollo, consiste en hacer cumplir a todos los países el compromiso de dedicar el 0,7% del PNB a la ayuda al desarrollo, aunque, eso sí, coordinado a partir de ahora por Naciones Unidas de forma directa. Además, Annan abre la puerta al establecimiento de algún impuesto director cobrado por Naciones Unidas, otra forma embrionaria de su gran objetivo del nuevo Gobierno Mundial. Aunque no todos los fondos destinados al desarrollo se dedicarán a combatir la pobreza. Annan habla de un Fondo Para la Democracia, dirigido a fomentar la democracia en el planeta y administrado, naturalmente, por la ONU.

Por otra parte, la propuesta de reforma de Naciones Unidas de Kofi Annan también contempla sustituir el actual engranaje de Ginebra dedicado a los derechos humanos por un nuevo Consejo de Derechos Humanos. Annan plantea crear el nuevo órgano, pero sólo como plataforma para reformar la Declaración de Derechos Humanos, o Carta Fundamental de Naciones Unidas. En este sentido, el secretario general de la ONU pretende introducir los llamados derechos reproductivos como objetivo fundamental: en otras palabras, el derecho al aborto. Annan los llama Objetivos del Milenio, en su inefable modestia.