Es miembro del comité regional del PSM-PSOE. Aboga por sacarlo de la Moncloa, por incapacidad manifiesta.

 

Zapatero es un personaje frívolo e incompetente como pocos. Lo peor es que todo el mundo lo sabe tras verle gestionar la Presidencia Europea.

Al menos poco a poco se van alzando voces desde dentro del propio partido para calificar lo que hasta hace poco era tabú. Empiezan a surgir voces que critican al presidente del Gobierno, y no sólo de quienes de por sí son contrarios a Zapatero, la llamada Vieja Guardia, sino personas de a pie, que no tienen un nombre en el partido, o al menos no de mucho peso, pero que se dan cuenta del desastre hacia el que está llevando a España el líder del Ejecutivo.

Lo cierto es que todo el escrito de Ángel Gimeno no tiene desperdicio. Lo peor para el presidente es que quien le critica no es de la derecha, no pertenece a la caverna mediática y además tiene formación: es matemático, economista e ingeniero industrial, casi nada; es miembro del comité regional del PSM-PSOE  y exconsejero  de Economía y Hacienda de la Diputación de Aragón.

De entre las joyas que escribe pone a muchos de los actuales ministros a caer de un burro. También es verdad que algunos aspectos que dice de José Luis Rodríguez Zapatero son conocidos: la imagen de incompetente que ofreció tras gestionar la presidencia europea española, su aspiración de terminar con ETA a toda costa por lograr la fama, etc

Además, propone que con ayuda de los barones socialistas, se convoque una Asamblea Extraordinaria para cesar como Secretario General del PSOE a Zapatero para poder salvar a España en primer lugar, y después al PSOE.

Continúa en su crítica con las últimas reformas que ha emprendido el partido del poder, como los decretos de reducción de déficit y la Reforma Laboral.

En conclusión, hace una arenga a que todos los españoles pidan la marcha de Zapatero, de manera que el pueblo, en un futuro próximo con cierta benevolencia, les perdone por las fechorías que ha hecho Zapatero, e incluso les vuelva a votar.

Es, en el fondo, una voz que clama en el desierto, tal y como se puede comprobar en el continuo seguidismo de los miembros del PSOE a las directrices del partido, pese a que eso implique vender por un plato de lentejas al PNV la silla del poder y lanzar a los pies de los caballos a miembros de su partido como los socialistas vascos.

Por desgracia, si ellos no hacen nada, y el resto de españoles tampoco, sólo queda esperar que pasen los dos años que quedan y ver si en las próximas elecciones generales, la gente se dispone a cambiar algo (eso, dando por hecho que España llega entera al 2012).

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com