Sr. Director:

La reunión de los sindicatos y el Gobierno para examinar la reforma laboral antes de ser aprobada por el segundo, se produjo después de que las centrales mayoritarias mostraran hasta qué punto están estancadas en viejos prejuicios ideológicos.

 

Un examen detenido de la reforma revela que es un paso importante para modernizar nuestro mercado de trabajo. Se introducen fórmulas para flexibilizar la negociación colectiva que van a ser útiles. El que prevalezcan los acuerdos de la empresa sobre los convenios sectoriales va a permitir que la normativa esté mucho más adaptada a las circunstancias por las que atraviesa una compañía.

En muchos casos, empresarios y trabajadores han encontrado soluciones que no se han podido aplicar porque unos convenios negociados por ciertas burocracias se lo impedían.

Los sindicatos y el PSOE critican que se rebaje la indemnización para el despido improcedente, que se den facilidades para despidos de 20 días cuando las empresas tienen dificultades y que también se faciliten las reducciones de salarios o las modificaciones de las condiciones laborales.

En contra de la experiencia de los últimos años, los sindicatos y la izquierda española siguen defendiendo que la rigidez laboral y un despido caro protegen al trabajador. No les parece que más de 5 millones de parados nos han enseñado lo contrario.

Xus D Madrid