• En vísperas de dos 'exámenes': los test de estrés y las consecuencias del 9N.
  • Pero pueden estar tranquilos: los números comerciales continúan siendo brillantes.
  • Los recursos de clientes crecen un 3,4% y los recursos fuera de balance un 10,2%.
  • Hay una corrección positiva de 303 millones en el impuesto sobre beneficios por la integración del Banco de Valencia.
  • La entidad continúa el ajuste inmobiliario: sigue vendiendo a precios más bajos que los de coste.

El inicio del último trimestre del ejercicio 2014 coincide para Caixabank con fechas que pueden ser muy significativas para su devenir económico. Una tiene que ver con los próximos 'exámenes' finales que deben suponer la publicación, el próximo 26 de octubre, de los resultados de los test de estrés realizados por el Banco Central Europeo (BCE) a 126 entidades financieras, entre ellas las principales españolas, de las que, según el ministro de Economía, Luis de Guindos, no se esperan sorpresas negativas. La segunda, que ya apuntaba en el comentario de los resultados del primer semestre, la derivada del archi manido 9N, que mantiene en vilo a la clase política y que después de la publicación de los informes de Consejo para la Transición Nacional de Cataluña sobre cómo sería la economía en una Cataluña separada de España, deben haber puesto los pelos de punta a los dirigentes de los bancos radicados en Barcelona.

En tanto llegan esas fechas la entidad presidida por Isidre Fainé, continúa con la vía iniciada del "sin prisa pero sin pausa". Sus números comerciales continúan siendo brillantes: 3,4% de crecimiento en los recursos de clientes hasta llegar a los 268 millones de euros, crecimiento de los recursos fuera de balance (gestión de capitales) de un 10,2%. Los resultados, en línea ascendente sostenida, de 466 millones de euros de beneficio neto, un 3% más que en 2013. Es importante recordar a la hora de establecer comparación con el resultado neto del 2013, que el presente ejercicio tiene la corrección positiva de 303 millones de euros en el impuesto sobre beneficios correspondientes a las bases imponibles negativas de consolidación de la integración del Banco de Valencia. Por eso, si nos fijamos en el resultado antes de impuestos, los 466 millones de euros de este ejercicio frente a los 79 del 2013, nos dan una imagen más aproximada de la evolución de la cuenta de resultados de Caixabank.

Otra cosa es de dónde vienen estos 466 millones de euros. Pues del deterioro de activos registrado, 1.650 millones de euros menos que en 2013, del resultado por la venta de activos, esta vez ha sido negativa en 2.247 millones de euros con respecto al 2013 y, sobre todo, del margen de explotación (983 millones más). La tendencia parece que vuelve a la senda de la normalidad, dejando la influencia que en los últimos ejercicios han tenido los extraordinarios por las llamadas ventas de "activos no estratégicos" y la incidencia de las dotaciones extraordinarias por deterioros de los activos de clientes, para volver a la importancia de los márgenes de intereses. Parece que así lo va mostrando el incremento en un 4,7% del margen de intereses en este trimestre ( 138 millones de euros respecto a 2013). Curioso es que la variación de los ingresos y gastos financieros haya sido negativa en las dos partidas. Parece que se ha reajustado y amortizado la bajada de los tipos de interés que tanto daño hizo a las entidades en los dos ejercicios pasados.

Importante es el desglose por aportación de los segmentos de negocio al resultado. El bancario y seguros aporta 1.037 millones de euros; el inmobiliario, -742 millones, y las empresas participadas, 191 millones, parece indicar que se sigue 'limpiando' el stock de inmuebles a precios sustancialmente más bajos que los de coste.

A modo de pinceladas breves, decir que Caixabank puede tener problemas de otra índole, pero de tesorería parece que no, a tenor de los 61.172 millones de euros que anuncia y la devolución anticipada de 11.880 millones de financiación del BCE. El acuerdo en agosto para la adquisición del 100% Barclays Bank, S.A.U. por un precio estimado de 800 millones de euros en base a un patrimonio neto de 1.700 millones, y que en enero de 2015 incorporará a Caixabank unos 555.000 clientes, 21.600 millones de euros de activos, 271 oficinas y 2.466 empleados.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com