Gabarró: en estas condiciones, la única que gana es Iberdrola. Fornesa y Fainé quieren que el mercado les eche. Brufau todavía lucha por la OPA pero más que nada por la presión que sobre él ejerce Montilla. Nadie en Caixa está dispuesto a lanzar una OPA competitiva con la de E.ON. En Endesa han recuperado la opción B: Un pacto entre los alemanes y Caja Madrid, que asegure la continuidad del proyecto Endesa y de su equipo directivo

Dirán lo que quieran pero esto de la OPA es muy divertido. Por ejemplo, en Endesa han otorgado colores a cada uno de los bancos en liza. Los azules son ellos, propiamente dichos, y sus estrategas consideran que controlan el 17% el capital, sobre todo porque Caja Madrid posee el 10% más comentan- otro 2-3% entre sociedades afines.

Los rojos, vaya usted a saber por qué, son Gas Natural, al que sólo adjudican entre un 6 y un 8%, porque no se creen que haya pactado con fondos de alto riesgo la recompra de entre un 12 y un 15% del capital. De hecho, en este protocolo militar, en la compañía que preside Manuel Pizarro, consideran que el grupo de los amarillos, los fondos, dispone de un 20% del accionariado.

Así que está claro : si Gas Natural no mejora su oferta de manera más que sustancial, se abre un abanico de posibilidades, entre ellos el Plan B (no 007 no participa en esta película). No olvidemos que lo que Endesa y la alemana E.ON pactaron no fue una OPA de la alemana sobe el 100 por 100 de la española, sino que E.ON entraría en Endesa con no más del 24,9% del capital. Así, unidos a Caja Madrid y a otros accionistas afines, estaríamos en algo más del 40%, y el equipo de gestión seguiría al frente del entramado.

Luego los alemanes cambiaron de opinión, dado que, ¿por qué ser un caballero blanco, cuando lo puedes ser negro? Además, quién ha dicho que las sociedades anónimas son caballerosas?

Ahora bien, el problema no está en el opado, ni tan siquiera en la compañía de Düsserdorf. El problema, y grave, es el del opante primero, el de La Caixa. Oficialmente nada ha cambiado : la OPA a 21,3 euros por acción, dos tercios en papel, continúa adelante, pero Salvador Gabarró, presidente de Gas Natural, lo dejó bien claro en una reunión interna: con esta tensión en el mermado, y con todo la parafernalia política, si la OPA sale adelante sólo ganará Iberdrola.

Gabarró es partidario de su plan B, una fusión con Iberdrola, sólo que no puede: El Gobierno en general y el ministro Montilla en particular no les dejan. Insisten en que sigan adelante y en que mejoren la OPA. Ricardo Fornesa e Isidro Fainé piensan exactamente lo mismo, y sólo Brufau, achuchado por Montilla, sigue empeñado en batallar.

Ahora bien, ni tan siquiera la mejora de 28 euros por acción, mitad en metálico y mitad en acciones, espera la opción de E.ON, de 27,5 euros todo en metálico y sobre el 100 por 100 de la compañía.

Pero Montilla insiste en que la CNE podría prohibir, contra el parecer de Europa, la OPA de E.ON, en cuyo caso las de Gas Natural, mejorada, podría salir adelante. En Caixa apenas le cree nadie.