El presidente de la operadora se blinda ante las próximas elecciones
El ex presidente de Endesa es su amigo y Javier de Paz el enlace favorito de ZP con los grandes empresarios. El nombramiento de Linares como consejero-delegado no puede gustar a Viana-Baptista, y aproxima a Álvarez-Pallete a la Presidencia de Telefónica de España. Linares es quien mejor conoce la organización y quien nunca retará al presidente

Ni la alianza con PRISA ha sido suficiente. Al final, Telefónica convertida hoy en la primera empresa española, constituye el principal objeto de deseo de las fuerzas políticas y económicas españolas. Así que César Alierta ha decidido tirar por la calle del medio: una vela a San Miguel y otra al diablo, pero mejor no especificar quién es quién. El Consejo de Administración de Telefónica del miércoles nombrará nuevos vocales al filopepero Manuel Pizarro, es presidente de Endesa, y el socialista Javier de Paz, el enlace preferido de Rodríguez Zapatero con la clase empresarial, el trasmisor de órdenes del Ejecutivo.

En otras palabras, Alierta ha incluido en su Consejo al gestor más odiado por el Gobierno –durante la batalla de Endesa, ZP se refería a Pizarro como "el fachas"- y a quien fuera jefe de las Juventudes Socialistas, siempre dispuesto a trasmitir instrucciones de Moncloa a las empresas. Y de propina, Pizarro junto a Isidro Fainé, vicepresidente, en un mismo Consejo, es decir, el presidente de La Caixa y el hombre que, en el momento de la opa, dijo aquello de "nunca trabajaré para La Caixa".

La noticia del nombramiento de estos dos consejeros viene precedida por la de Julio Linares como consejero delegado. Linares es el hombre más veterano y el que mejor conoce la organización. Su ascenso tendrá un efecto director sobre el presidente de Telefónica de España, Antonio Viana-Baptista. En la organización ya hay quien vaticina que Álvarez Pallete, el responsable de Iberoamérica, pasaría a España, y que Guillermo Ansaldo y Belén Amatriaín también cambiarían de cometido. Y es que le portugués Antonio Viana nunca se ha entendido con Linares.

Por último, el propio nombramiento de Linares no deja de ser un movimiento defensivo del propio presidente. Linares no es un ambicioso que vaya a disputarle la Presidencia y, en cualquier caso, cunado no tienen consejero delegado corres el riesgo de que alguien se proponga. A partir de ahora, los tres primeros espadas de Telefónica, Viana, Pallete y el británico Mattew Kay despacharán con Linares.