Buena parte de lo que ocurre en el panorama informativo español depende del acuerdo de asociación entre el grupo Polanco y Telefónica en Sogecable. Así que no hay necesidad de decir que los medios de Polanco no maltratan con especial saña a César Alierta presidente de Telefónica.

Por eso ha llamado tanto la atención que Cinco Días, diario económico de PRISA; dedicara una parte bien visible de su portada del jueves a sacudir con ganas a Telefónica, a cuenta de la apertura de diligencias en la Audiencia Nacional a la operadora por el caso de su filial de Internet, Terra, tras una demanda de la Asociación de de Defensa de Usuarios Bancarios, Ausbanc, y Adicae.  

Quede bien claro que en esta historia no hay buenos, todos son malos. Terra ha sido una de las grandes planchas de Telefónica y miles de ahorradores han perdido hasta la camisa en la operadora que fue lanzada como la revolución del siglo XXI, y que ha terminado en un desastre devaluado. Por tanto, toda acción contra Telefónica para reparar este pitorreo sufrido por los accionistas de Terra-Lycos debe ser bienvenida. Ahora bien, sorprende el alineamiento de Cinco Días, precisamente de Cinco Días, frente a la tranquilidad con que otros medios abordaron el hecho, entre otras cosas, por la poca confianza que existe entre los entendidos ante las dos sociedades de defensa del consumidor bancario o del inversor financiero, Ausbanc y Adicae, que son las que han presentado la demanda. Lo dicho, en esa historia no hay buenos. En cualquier caso, Alierta ya le ha hecho saber su malestar al gestor de Cinco Días, que no es otro que Manuel Polanco, hijo de D. Jesús.

Y es que si algo necesita las finanzas españolas son nuevas sociedades de defensa de los consumidores financieros y del pequeño accionista.