El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáez, es un emocionado de Estados Unidos. Durante la última presentación de resultados, se refirió a Estados Unido no como un país, sino como 50. Y es que sus amigos del Sovereign le hicieron un mapa del Imperio en el que en vez de aparecer los 50 estados de la Unión, aparecían los nombres de los países con un PIB equivalente. Hablamos de Estados Unidos como un país, pero invertir en Estados Unidos es como invertir en 50 países, un mercado extraordinario, inmenso, con unas potenciales grandísimas.

Vamos, que está casi tan emocionado como su jefe, Emilio Botín, otro que levita cuando oye hablar de la primera economía del mundo. Y claro, tanta emoción, termina traduciéndose en operativa. En las últimas semanas informa el SCH a la SEC- se han registrado 177 operaciones, que en neto suponen una inversión de 2.900 millones de dólares, lo que permite al SCH controlar el 24,9% del banco norteamericano. Se trata del mayor desembolso de una empresa española en Estados Unidos.

A eso hay que sumar el buen rollo que el Santander tiene con el Bank of America (BoA) al que le ofreció el 25% del mexicano Serfin. De esa manera el Santander repartía riesgos en el país azteca y le abría la puerta al BoA en el mercado del patio trasero, perdón, del país vecino. Así que mientras que aunque Sáez reconoce que las posiciones de algunos países del BBVA dan envidia, se ha apresurado a echarle por los morros al banco de FG que ellos tienen una posición de peso en el gran mercado estadounidense.