Sr. Director:
La pasada semana pudimos ver cómo quienes alientan los nubarrones sobre la escalada económica de nuestro país tienen cada vez más difícil hallar variables que secunden su relato.

Los datos son, en este sentido, concluyentes y acumulados. La deuda soberana es un buen termómetro de esa confianza creciente de los inversores en nuestra economía. Nunca en la historia una emisión se había situado en tipos negativos. En este caso, han sido las Letras a tres meses en el mercado secundario. O lo que es igual, a España le han pagado por colocar su deuda, algo sólo al alcance de las grandes economías mundiales.

Tal vez por ello algunos, pienso de manera exagerada, han titulado con motivo de la vista de la Presidenta Alemana "Alemania y España motores de Europa".

Pedro García