Decíamos ayer que hay dos maneras de salir de la crisis: por la izquierda con incremento de la inversión pública, o por la derecha reduciendo el gasto público.

A la hora de la verdad, la izquierda se endeuda para financiar esas inversiones y la derecha reduce impuestos para aumentar el consumo privado.

Alemania es un buen ejemplo de salida de la crisis por la derecha: el martes el Gobierno defendía un cuadro macroeconómico que elevará el déficit alemán pero no por ello renuncia Merkel a su reducción de impuestos. No me gusta el apoyo público que el Gobierno germano ha proporcionado a la banca alemana en crisis ni el dinero público para comprar coches y sostener artificialmente a la industria de automoción alemana pero la verdad es que, al menos, Merkel cuenta con una política económica.

¿Y Zapatero? El problema es que no ha optado para la salida por la derecha ni por la izquierda. Se ha dedicado a agotar su margen de maniobras en subsidios, en lugar de provocar salarios. La obra civil ha caído en España y el ministro Blanco, el mayor mentiroso del reino no ha cumplido ni una sola de sus promesas para reactivar el sector constructor.

Ese es el problema de España: no es que la política económica de Zapatero ante la crisis sea buena o mala: es que no es. Ha empleado el dinero del que disponía en comprar votos para mantenerse en el poder aunque él lo llama derechos de los trabajadores. Así, el paro se ha disparado, el PIB anda por los suelos y el déficit y la duda se disparan... sin conseguir nada a cambio.

Alemania tardará tiempo en recuperar sus finanzas públicas pero va por el buen camino para salir del túnel. España me temo que no.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com