El catedrático de Historia Javier Paredes es el autor del libro Al Cielo con calcetines cortos. Es la historia de tres niñas, mártires y heroínas, en proceso de beatificación. Mari Carmen, muerta en 1939, Pilar, fallecida en 1962 y Alexia, la más conocida, que expiró en 1985. Una joya de obra que nadie debería perderse.

María del Carmen González-Valerio vio morir a su padre, fusilado por los muy democráticos milicianos rojos en 1936, tras su paso por la cheka de la calle Marqués de Riscal.  El autor, a la postre historiador, ambienta a la perfección el Madrid de la muy democrática II República y posterior Guerra Civil.

El libro del historiador Javier Paredes sobre tres niñas, mártires y heroínas, nos recuerda que hoy en día no se incendian iglesias en España, pero se profanan. Por algo se empieza

Nos habla del "martirio de las cosas", que siempre precede al de las personas. 100 conventos son profanados e incendiados en Madrid en dos días de mayo de 1931. Y luego comienza la matanza. Algo parecido a la situación actual, donde no se queman conventos pero se profanan cada día. Y como entonces, la izquierda democrática apoya la violencia mientras la derecha mira hacia otro lado. Ya les comenté que la policía se negó a hablar con Hispanidad sobre los ataques a la libertad religiosa en el país.

Pues bien, el comportamiento de María del Carmen recuerda que la valentía suele ser lo contrario de la violencia física, como la vida religiosa es lo contrario de la violencia de cualquier tipo. En cualquier caso, esas tres chavalillas, además de mártires, eran heroínas. Qué narices hay que tener para perdonar y para afrontar las enfermedades terribles que padecieron. No con resignación, sino con una sonrisa.

De las tres niñas biografiadas destaca también Alexia González-Barros, un nombre más conocido porque el cineasta Javier Fesser calumnió su nombre para preparar el bodrio de la película Camino. Fesser hizo con Alexia lo mismo que con Mortadelo y Filemón, con la diferencia de que a nadie le importa el buen nombre de Mortadelo.

No me extraña que Fesser confundiera el amor sobrenatural de Alexia con las fantasías sexuales de una adolescente. Cada uno cuenta aquello que es capaz de comprender. Al tiempo, hace tres años, el cineasta Pedro Delgado Cavilla filmó Alexia, un documental sobre esta niña que se ha convertido en el retrato definitivo y fiel sobre la jovencita.

Y las vidas heroicas demuestran que, para ser santo, hay que tener muchos redaños y algunos bemoles.

En cualquier caso, el catedrático Paredes ha convertido las tres biografías en un espejo, no sólo del alma de las biografiadas sino del alma de España de tres periodos consecutivos de su historia. Mejor que muchos tratados de historia contemporánea y de más ágil lectura.

Todavía se publican libros no inútiles. Ya saben que, según Ortega y Gasset, las mejores obras de caridad que podían realizarse en su época era no publicar libros inútiles. Y eso que la producción de los años veinte del pasado siglo no alcanzaba ni la centésima parte de la actual.

Pues éste libro no es inútil. Y además, se disfruta con su lectura.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com