El Nuevo Orden Mundial (NOM) no sabe de clemencia con los suyos. Cuando no le sirven prescinde de ellos con la mayor celeridad. Es más, se revuelve contra ellos y los tritura. Luego reescribe la historia al modo orwelliano, y asegura que no eran quienes decían ser... quienes decían ser el propio NOM.

Insisto en que no soy partidario de la teoría de la conspiración. No vivimos en la era de la conspiración sino la del consenso. El Nuevo Orden Mundial, o Nuevo Orden Cultural (NOC) no es otra cosa, en el siglo XXI, que el consenso anticristiano. Un consenso que se ha logrado tras una degradación moral galopante -espero se trate de una mera casualidad, pero me temo que no-, que ha coincidido con una de las mayores épocas de bonanza económica de la humanidad. Una época que ha terminado.

Pues bien, digo que el NOM ha utilizado, ahora ha abandonado, al bolivarianismo venezolano, que tras la muerte de un personaje tan astuto como el peligroso Hugo Chávez, ha sido sustituido por le estafermo de Nicolás Maduro (en la imagen).

Sea por lo que fuera, el NOM ha decidido prescindir de Maduro y ha puesto en marcha una de sus operaciones envolventes a través de uno de sus terminales más eficaces: el Tribunal de la Haya. Diputados de distintos países iberoamericanos han presentado ya su correspondiente denuncia y el muy alto tribunal se ha apresurado a abrirle un expediente. Maduro está perdido. Y no importa que entre los diputados haya representantes de países tan poco recomendables como Bolivia, que en materia de democracia tampoco tiene muchas lecciones que ofrecer a Venezuela.

Las grandes televisiones, instrumentos informativos guiados por el tópico, mucho más que la prensa, se han pasado a la oposición y expanden la onda anti-bolivariana.

Además, el NOM ya ha aprobado el recambio por los opositores, Capriles, López, etc. El NOM examina a sus pupilos según sus 'valores'. Es decir, según sus antivalores cristianos. Así lo hemos resaltado en Hispanidad. Capriles ya ha pasado la primera prueba de la oposición del Nuevo Orden: se ha ratificado en su posición favorable al aborto terapéutico. Es decir, al 99% de los abortos en prácticamente todos los países de Occidente. López, el opositor encarcelado se ha mostrado dispuesto al homomonio. A partir de ahora, ya sólo tendrán que apuntarse al ecologismo cavernario, pues pretende devolver a la caverna, a la ideología de género feminista y al Gobierno mundial. A esa macedonia le añades algún destello de cristofobia, o al menos de laicismo exhibido, y habrán pasado la gran prueba. Estarán graduados.

A Nicolás Maduro solo le queda echarse al monte. Aunque no deja de resultar gracioso que el régimen bolivariano, que no ha hecho otra cosa que perseguir a la Iglesia, ahora acuda al Vaticano para tratar de encontrar un árbitro justo en sus negociaciones con la oposición.

Entendámonos, es bueno que el régimen bolivariano caiga pero con el NOM siempre estamos en las mismas: salir del fuego para caer en las brasas. Seguirá gobernando Venezuela.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com