El viaje era sorpresa pero los talibanes le dijeron adiós con siete asesinatos

Este miércoles un atentado suicida con coche-bomba ha sacudido el centro de Kabul con motivo de la visita sorpresa del presidente de Estados Unidos Barack Obama. Los hechos tuvieron lugar en Jalalabad Road, la zona en la que tienen su ubicación varias bases militares extranjeras.

Se da la circunstancia de que la visita se ha producido un año después de la muerte de Osama Bin Laden, algo que ha debido de ser considerado por los fundamentalistas como una provocación.  La embajada estadounidense  recomendó a su personal que buscara refugio y se alejara de las ventanas cuando se produjo el atentado. Se han producido varias explosiones, con un saldo de siete muertos y 17 heridos hasta el momento. Las primeras imágenes obtenidas tras la terrible explosión son terribles.

En su visita sorpresa, Obama prometió a los estadounidenses "un nuevo día" después de una década de guerra en Afganistan. En Kabul ha firmado un acuerdo con el presidente afgano Hamid Karzai, donde se estipulan las condiciones de la presencia de soldados estadounidenses en Afganistan hasta 2024. En su discurso desde la base de Bagram, Obama declaró que la meta que se fijó para la guerra en ese país, derrotar a la red terrorista Al Qaeda, "está al alcance" de la mano.



Una vez que se complete la retirada en el 2014, Estados Unidos mantendrá las misiones de adiestramiento y lucha contra el terrorismo en Afganistán. Obama precisó que  "ni construiremos bases permanentes ni patrullaremos sus ciudades y montañas". "No mantendré a soldados estadounidenses en situación de peligro ni un día más de lo necesario para nuestra seguridad nacional, pero debemos acabar el trabajo que empezamos en Afganistán y concluir esta guerra de manera responsable", aseguró.



Sara Olivo

sara@hispanidad.com