Sr. Director:
Me han sorprendido las reacciones de algunos ante unas frases pronunciadas por el cardenal Rouco en el funeral de Estado por Adolfo Suárez.

Y es que parecía que no había duda alguna sobre los méritos de Adolfo Suárez como artífice de la Transición y que le han hecho acreedor del unánime homenaje tan sabiamente reflejado en su epitafio: "La concordia fue posible".

Sin embargo, como si esos sentimientos de admiración y respeto hacia la figura del primer presidente que ha tenido la reciente democracia española, hubiesen sido un mero disfraz obligado ante el sincero dolor colectivo de todo el pueblo, algunos líderes políticos y medios periodísticos se han rasgado airadamente las vestiduras tras las sentidas palabras pronunciadas por el cardenal Rouco Varela en su homilía de homenaje a Suárez durante el funeral de Estado en la catedral de La Almudena.

Pero veamos, sin necesidad de profundizar. El cardenal se preguntó en su homilía que si la concordia fue posible con Suárez, por qué no ha de serlo también "ahora y siempre" en la vida de los españoles, de sus familias y de sus comunidades históricas. ¿Es esto políticamente incorrecto

No nos equivoquemos: era una pregunta más que oportuna en unos momentos en que proliferan los movimientos antisistema, las  algaradas de un terrorismo callejero que ha provocado decenas de policías heridos, los desafíos de algunos nacionalismos y ese fondo de ambiguos silencios cómplices de la violencia urbana de los mismos políticos que ahora se rasgan las vestiduras al escuchar la reflexión del cardenal.

Seamos sinceros y dejemos de una vez por todas esa especie de fariseísmo.

Suso do Madrid