Sr. Director:
Aunque lo que más  tienen en consideración los encuestados, en la investigación Valores sociales y drogas 2010, que se comentó en los medios hace unos meses, es tener unas buenas relaciones familiares, la investigación exponía un fenómeno tan sorprendente como desazonante: cuando los españoles se miran en el espejo de los inmigrantes que han llegado a nuestro país y perciben que su modelo familiar se corresponde más al tradicional, cunde el desánimo.

 

Empiezan a demostrar cierta añoranza por la desaparición de las familias extensas -algo que se puede comprender por los condicionamientos económicos-, y quizá lo más inquietante: la convicción creciente de que la familia nuclear se está desnaturalizando para convertirse en una unión cuyo único fin es la productividad y el sostenimiento económico sin mayores consideraciones emocionales. Así se está perdiendo la familia nuclear.

Valentín Abelenda Carrillo