Fernando Martín cede y se arriesga a perder el control si no paga. Además, la banca no le dará los 160 millones de euros que solicitaba. Los acreedores eran el Popular y las principales cajas de ahorros. Un acuerdo llamado a sentar precedente

Fue el primer y más sonoro concurso de acreedores inmobiliario: el de Fernando Martín y su Martinsa-Fadesa, con un pasivo de 7.000 millones de euros. Y el asunto ya contaba con dos años de historia.

Pues bien, Fernando Martín acaba de llegar a un acuerdo con la banca acreedora, que no se ha mostrado blanda en los últimos momentos. El rey del suelo madrileño pedía un crédito extra de 160 millones de euros y que, tras un periodo de vigilancia de 8 años no perdiera, en ningún caso, el control de la compañía. Lo bancos no lo han aceptado. Ni le han concedido los 160 millones y, aunque han alargado el plazo de amortización total hasta los 12 años (8 2 2) si no cumple todos los pagos, los acreedores -vía emisión de un préstamo participativo- se harán con el control de la compañía.

Los prestamistas del Popular eran: Banco Popular, La Caixa, Caja Madrid, Caixa Catalunya, Caixa Galicia y Ahorro Corporación (en nombre de cajas de ahorros más pequeñas).

Es éste un acuerdo llamado a sentar precedente. Al menos por dos razones: el deudor arriesga el patrimonio mediante la fórmula de un crédito intercambiable por activos y se dilata el pago en el tiempo. También se aprende a gestionar una crisis.

Eulogio López

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