• Retira del apalancamiento 5.000 millones de euros de deuda, asimilada a empresas en venta. ¿Y si nos las venden?
  • Remite a la CNMV una aclaración poco clara sobre la deuda de la compañía.
  • Ante los analistas, el presidente de ACS volvió a repetir que la venta de Clece era inmediata así como la de una de las cuatro plantas de termosolar.

Que alguien envíe un hecho relevante a la CNMV sobre su cuenta de resultados 2011 un día después de hacerlas públicas resulta llamativo. En cualquier caso, este es el hecho relevante que la constructora ACS, presidida por Florentino Pérez (en la imagen), enviaba a la CNMV. Decía así:

"Muy Sres. míos: A los efectos previstos en el artículo 82 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, reguladora del Mercado de Valores, y disposiciones complementarias, como complemento del Hecho Relevante número 159509 publicado ayer, pongo en su conocimiento que: como consecuencia de la consolidación por integración global del Hochtief durante todo el año (en el 2011 sólo se consolidó por siete meses), en el año 2012 la facturación del Grupo ACS podrá acercarse a la cifra de 35.000 millones de euros y el EBITDA, a la de 2.700 millones de euros, con lo que el endeudamiento neto al final de ese ejercicio se espera que será inferior a tres veces ese EBITDA.

¿Qué es lo que ocultaba tan sofisticada explicación? Pues que la CNMV anda un poco mosca con el endeudamiento real de la constructora. Empezando por el final: ACS no considera endeudamiento los casi 5.000 millones de euros (para ser exactos, 4.995) de deuda asignados a activos que tienen en venta... y que no logran vender. Ante los analistas, Florentino Pérez aseguró que estaba a punto de vender Clece (lo lleva diciendo desde hace dos años), y una de las cuatro plantas termosolares que posee. Lo malo es que para algunos tanta tardanza empieza a resultar sospechosa, lo mismo que la posibilidad de que coloque toda la división de Renovables, además de Urbaser, que ella solita soporta una deuda de 850 millones de euros.

Y es que ACS tiene mucha tensión de liquidez. La incorporación de Hotchieff destruye mucha caja, mantiene al Grupo muy endeudado -ya lo estaba- y dispara los gastos financieros. Los momentos actuales recomiendan -y en el fondo todos los momentos, pero ahora parece que estamos redescubriendo las bondades de ello- menos deuda y liquidez para aguantar el chaparrón. En general, todas las empresas han reducido deuda y desinvertido para hacer caja. ACS todo lo contrario.

Lo dudoso de ACS no es el modo de presentar el balance: ahí está todo para el que lo quiera ver, sino el cálculo del endeudamiento neto, que hace luego y al que hurta 4.995 millones de euros, reduciéndolo así en un 35%.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com