Sr. Director:
España ha mejorado sus cifras de absentismo laboral en los últimos años, pero estamos muy lejos de situarnos en niveles aceptables.

Se pierden 25.500 millones de euros y, lo que es peor, la competitividad de las empresas se resiente cuando más la necesitamos. España acumuló por este concepto 173,6 millones de días de trabajo perdidos en 2012.

Estamos por encima de países como Suiza, Finlandia, Dinamarca y Canadá. Algo no cuadra. Hay un margen considerable de progreso desde el convencimiento de que un absentismo desmesurado y anormal provoca un perjuicio muy grave a la propia sociedad.

Xus D Madrid