La ley de aborto libre durante los cuatro primeros meses -o lo que sea- que propone Zapatero ha sido hecha, sólo por fastidiar. Quiero decir que en España ya imperaba el aborto libre con el coladero del presunto peligro para la salud psíquica de la madre. Sólo cuando un grupo de movimientos y partidos provida -en el ámbito jurídico hay que destacar el éxito de

Alternativa Española con el doctor Morín- destaparon este fraude de ley permanente, Zapatero, un torero para España, ofreció el aborto libre como nuevo objetivo.

Sin embargo, el cambio -mejor el 'añadido'- de la ley de plazos por una ley de aborto libre tiene una dimensión extra: significa el paso del aborto como un mal menor al aborto como un derecho, el paso de la despenalización del aborto a la promoción del aborto.

Es el paso que Cristo llamó la blasfemia contra el Espíritu Santo, a ese pecado que no se perdonará ni en este mundo ni en el otro. Consiste en atribuir al diablo las obras de Dios y viceversa. El aborto ya no es ni pecado ni delito, es una maravilla, uno de los derechos del hombre. El mundo al revés: lo malo se convierte en bueno y lo bueno en malo, lo demoníaco en santo y lo santo en demoníaco. Lo de ZP es, en efecto, la blasfemia contra el Espíritu Santo.

Pero esa blasfemia no sería posible sin la existencia del PP. La inversión de valores y calificativos no es posible sin la presencia de los tibios, aquéllos que, como los líderes del Partido Popular -Rajoy, Cospedal, Sáenz de Santamaría- son partidarios de la ley actual, la que promulgó su adversario, el PSOE y que ellos impugnaron ante el Tribunal Constitucional. Los tiempos cambian. Sólo con esa hipocresía pepera, en la que 122.000 abortos anuales son una ley necesaria pero el aborto libre resulta inadmisible, ha podido cosecharse una sociedad cloroformizada ante el mayor genocidio de la historia, y que no se perpetra en los campos nazis de exterminio o en los campos de reeducación chinos, ni en el Gulag soviético, sino en las calles más céntricas de Madrid.

Por eso es tan importante acudir a toda manifestación provida, como las organizadas por Alternativa Española para el viernes 26 o la del domingo 28 de Jesús Poveda. Por eso son tan importantes las querellas en los tribunales y las denuncias en prensa. Cualquier cosa menos conformarse.

¿Quiere esto decir que estamos regidos por homicidas? Sí, quiere decir justamente eso.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com