Debate para ampliar el aborto en Irlanda. Lo explica así el corresponsal de RTVE en Reino Unido e Irlanda de la TV del Gobierno popular, Miguel Ángel Idígoras (no es literal pero les aseguro que no exagero nada). Dice el señor Idígoras: actualmente, sólo se puede abortar en Irlanda cuando existe peligro para la vida de la madre pero apenas se producen abortos porque los médicos aseguran que la ley no está clara.

No hombre no, Idígoras. No es que los médicos se nieguen a practicar abortos porque la ley no esté clara. Se niegan por dos razones. Porque son médicos, y lo suyo es preservar la vida, no matar. Y también se niegan porque, en aplicación de la ley, saben que no existen -salvo casos especialísimos y siempre de forma indirecta, ocasiones en que el embarazo sea peligroso para la vida de la madre.

Lo que es bueno para el uno es bueno para la otra y viceversa. Son dos vidas en un mismo formato. No existe el peligro expreso para la vida de la madre por mor de un embarazo. Y cuando lo ha habido, la madre suele anteponer la vida de su hijo a la suya propia. Pero hablamos de mujeres de una pieza.

Es decir, que los abortistas, ocurre en todos los países, son prisioneros de su propio embuste: sí se puede abortar cuando el embarazo -que no el aborto, que ese sí es peligrosos para la salud física y psíquica de la mujer- puede acabar con la vida de la madre... entonces no se abortaría en ningún caso.

Pero los abortistas irlandeses quieren introducir otra enmienda: también se podría matar al hijo en el caso de que haya peligro de suicidio. Esto es un principio jurídico formidable. Es como si yo dijera, o me permiten matar al niño del vecino, que me cae un poco gordo o me suicido. Y usted, Estado, será el responsable de que me haya quitado la vida. O sea, lo del niño caprichoso de Astérix en Hispania: o comemos jabalí o dejo de respirar hasta que me ocurra algo.         

Hay que reconocer que los aborteros irlandeses son menos hipócritas que los españoles y no hablan del famoso peligro para la salud psíquica de la madre, supuesto por el cual se perpetran el 97% de los abortos en España: doctor, doctor, ni no me aborta voy a sufrir una depresión tremenda. No, los irlandeses hablan de peligro de suicidio.

Ahora bien, ¿quién puede ponderar el peligro de suicidio, una decisión inesperada hasta para el suicida y siempre fruto de la cobardía Además, todas las civilizaciones han intentado evitar el suicidio, no proponerlo como condición para el homicidio. Por eso existe el suicidio asistido, pero no el suicidio anunciado.

Otrosí. El suicidio es el peor de los homicidios, por la sencilla razón de que el primer modo de pensamiento es el agradecimiento... por estar vivo.

Pero hay que reconocerles una cosa a los irlandeses: son menos hipócritas que otros países. Verbigracia: que nosotros.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com