Aquí hay algo que falla. Casi todos los cronistas y comentaristas del 'abismo fiscal' norteamericano hablan como si la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas provocara, de forma automática, la temida recesión de la economía norteamericana, lo que, a su vez, produciría recesión en Europa y, probablemente, el calentamiento global definitivo del planeta tierra y parte del sistema solar.

Oiga, ¿nos hemos vuelto todos idiotas o sufrimos de enajenación transitoria?

Veamos: que Estados Unidos entre o no entre en recesión no depende de que Barack Obama (en la imagen) llegue o no llegue a un acuerdo con los republicanos. La economía norteamericana depende de lo que hagan los empresarios y trabajadores gringos, no su clase política que en el mejor de los casos, lo único que puede hacer es no fastidiar demasiado.(Leer más)

Lo que ocurre es que Obama quiere imponer su programa y los republicanos el suyo. El primero quiere un Estado más grande y lo disfraza de solidaridad; los republicanos quieren que cada palo aguante su vela y hablan de primar le esfuerzo. Son dos modelos distintos donde se cruzan los convicciones de cada cual sobre lo que es justo e injusto, pero un acuerdo no significa que la economía vaya bien y un desacuerdo que la economía se hunda.

Es una advertencia de fin de año pero creo que muy necesaria.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com