Los derechos de emisión de Mediapro constituyen la discrepancia fundamental

 

Hoy miércoles se han reanudado las negociaciones entre Planeta y Mediapro o, si lo prefieren, entre A3 TV y La Sexta para la fusión de ambos canales de televisión.

Tras el paréntesis navideño no ha cambiado la actitud de Planeta, que exige un 780-20. Asimismo, desde Moncloa, verdadero propietario de Mediapro-LaSexta (a fin de cuentas es una creación de los privilegios monclovitas: La Sexta es la última licencia analógica otorgada por Zapatero) se anima a Jaume Roures y José Miguel Contreras a mantenerse firmes: no hay que ceder los informativos a José Manuel Lara. La Sexta tiene que ser el instrumento televisivo de propaganda socialista, con más intensidad y sectarismo que  Cuatro-Tele 5 o que la televisión pública. Se tiene miedo al síndrome Iñaki Gabilondo, todo un zapatista que ha quedado marginado en la fusión con Tele 5, aunque es cierto que su condición de socialista exquisito se ha automarginado.

Luego está el problema de los derechos de emisión de Mediapro: Planeta quiere que entren en la rueda. Roures se resiste. Financieramente, ésta es la pieza de más difícil encaje.